LA CORONA (Periódico liberal)
Barcelona 30 de Mayo de 1860
El domingo último se consumió a bordo del vapor de S. M. Lepanto, una gran cantidad de carbón de piedra de San Juan de las Abadesas, no como nueva prueba de dicho combustible, pues la que se habia verificado el domingo anterior, unida a la comparativa que se hizo el miércoles último con el carbón inglés, dejo mas que plenamente justificada la bondad y excelencia de los ricos y abundantes criaderos de Ogassa y Surroca.
La España que tanto se ha levantado de su postración adelantando magestuosamente en las ciencias, las artes y la industria, sin que para ello hayan sido obstáculos los bandos políticos y encarnizadas luchas de partido que han desgarrado su seno, hoy celebra entusiasta un nuevo e importante triunfo, su emancipación de la hulla extranjera.
De hoy mas nuestro alumbrado, nuestra industria y nuestra marina quedan libres y exentas del tributo que pagaban al extranjero, su subsisténcia no pende ya del capricho del gabinete de San James; ni los azares y eventualidades de una guerra extraña seran bastante potentes para cerrar nuestros ya bastantes numerosos establecimientos industriales, ni para dejar anclados y en desarme a nuestros buques a vapor.
De hoy mas el humo que despidan las chimeneas de las fábricas, locomotoras y buques, no anunciará la salida de créditos capitales que van a aumentar los fondos de las sociedades explotadoras de las minas carboníferas de Newcastle, Cárdiff y otros puntos del reino unido de la Gran Bretaña o Irlanda. De hoy mas no anublará nuestra atmósfera el negro humo de la hulla extranjera enlutando nuestro corazón con el recuerdo de los crecidos capitales que para su adquisición salian del país. El carbón de Ogassa y San Juan, al consumirse, esparce por los aires unas nubecillas blancas, parece que la naturaleza ha querido vestirle de gala, como para dar una nueva prueba de los inmensos dones con que favorece a nuestra amada patria.
El problema de la bondad y exceléncia del combustible que nos ocupa queda resuelto; somos ya industriales independientes; si algún escrúpulo hubiese quedado, este se desvaneció completamente el domingo próximo pasado.
A las 5 de la mañana del mismo, libre del freno del ancla e impulsado por el vapor, el "Lepanto" llevando a bordo a mas del señor brigadier de la armada, comandante militar de marina de este tercio, don Francisco Nuñez de Gaona, al señor capitan de navio y del puerto de esta capital don Patricio Montojo, jefes o jurados nombrados por el gobierno de S. M. para hacer la prueba de los carbones de San Juan de las Abadesas y Surroca, en unión del comandante del citado vapor y del comisionado por los propietarios de las minas, algunos individuos de la sociedad del "Veterano" y varias personas notables de esta capital, salió de nuestro puerto navegando en demanda del puerto de Palamos.
Un dia sereno, una mar tranquila y un viento bonacible del torral, permitieron recorrer la risueña y encantadora costa desde el puerto de salida al de Palamós y anclando en este a las doce horas y diez minutos de la tarde, habiendo consumido durante la travesia 165 quintales de carbón; esto es, 38 quintales para llenar los hornos y alcanzar vapor para hacer andar el buque, y 127 quinales durante las siete horas y treita minutos de camino, lo que da un consumo de menos de 17 quintales por hora.
Las autoridades y población de Palamos recibieron en el muelle al "Lepanto" y con señaladas muestras de júbilo acogieron a las personas que de el desembarcaron, celebrando juntos con patriótico entusiasmo la exceléncia del carbón catalan.
En la lonja de Palamós se sirvió a los expedicionarios un espléndido almuerzo donde menudearon los brindis.
A las siete horas y diez minutos, el vapor "Lepanto" volvia a surcar las aguas del Mediteráneo y a la una y media de la madrugada del lunes anclaba en el puerto de esta capital; quedando los que tuvimos el gusto de pasar 24 horas a su bordo, sumamente agradecidos a la exquisita finura y amabilidad de su digno comandante y oficiales, que tan caballerosamente se han portado con nosotros, como saben hacerlo siempre los beneméritos oficiales de nuestra brillante marina de guerra.
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Jueves 14 de Agosto de 1885.
NOTAS MARÍTIMAS.
Ayer como saben nuestros lectores, se verificó la prueba del vapor ómnibus Número 3. A las quatro de la tarde zarpó del muelle del Rebajo, dirigiéndose a las playas de la Mar Vieja.
A pesar de la fuerte marejada del S.O. que reinaba, el nuevo vaporcito resistió la fuerza de las olas, sin experimentar mas que un ligero vaiven.
Después de un regular paseo regresó al puerto desembarcando a los invitados en las escaleras de la Paz. Mas de 150 personas se acomodaron holgadamente en los asientos del buque.
El nuevo vapor es de igual forma que los dos que prestan sevicio en el interior del puerto, aunque de mayor capacidad. Su máquina de alta presión desarrolla una fuerza de ocho caballos nominales, dando el volante 128 revoluciones por minuto a la presión de cuatro atmosferas. Tiene 14 metros de eslora, 4'35 de manga y 1'35 de punta. En la prueba de ayer alcanzó una velocidad de 6 millas y media por hora. El carbón que se usó para la prueba, y que dió muy buenos resultados, procede de las minas de Surroca, San Juan de las Abadesas.
En vista de los excelentes resultados que han dado las pruebas del nuevo vaporcito, no podemes menos que felicitar a sus propietarios y a cuantos han intervenido en su construcción.
Fins aquí la part de la notícia que fa relació al carbó de Surroca.
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Foto d'aquella època, finals del s.XIX. Extreta d'internet. Platja de la "Mar Vieja" on segons la noticia el "vaporcito" ómnibus Número 3 va fer proves amb carbó de les mines de Surroca. |
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